Las gotas de lluvia caen como una caricia
cerca de las ventanas; de la tuya, de la mía...
¡Qué frustrante es pensar que podrían tocarte,
mientras yo estoy aqui recluída!
Aún me tranquilizo al recordar que,
aunque no tienen ojos, sabrían reflejarte,
hasta mí llevarte,
para encontrar tu mirada perdida.
Y esas gotas...
Y tus palabras, transportadas por ellas...
Tan gráciles que hasta mi alma llegan
como un suspiro de viento y primavera,
tan suave que nadie lo recuerda.
Iba a poner algo pero tal vez si no pusiera nada describiria mejor como me he quedado...
ResponderEliminarEsas gotas de lluvia,
ResponderEliminarahora provocan en mí otra precipitación,
lluvia emanan mis ojos,
al pensar que ellas te ven y yo no.
Esas gotas mías,
de ideas vienen acompañadas,
animándome como subirme a una nube
que me lleve a ti en una de sus paradas.
Y sino, lloverá tanto,
que un río crearé,
un torrente de sentimientos
que en tu corazón acabará desembocando,
pues todo lo que yo hice, hago y haré,
será por y para ti, y no lo impedirán ni lluvia, ni viento.