Bueno, esto lo escribí ayer por la noche. No es poesía, pero tampoco es completamente narrativa. Simplemente es mi estilo.
A veces pienso en tu nombre, otras muchas en nadie más. Ojalá pudiera decirte que nada nunca ha sido tan bello como esto que siento cuando me miras y sonríes, aunque siempre haya alguien nuevo.
A veces un suspiro escapa de mis labios; siempre te busca y nunca te encontrará, porque por mucho que te acerques, tu mano nunca me tocará.
A veces susurro historias; fantasías sin principio ni final. Las palabras siempre se pierden si no hay nadie para escuchar.
A veces me miro al espejo y pienso que realmente no soy nada; cuando me convences de lo contrario, el deseo late e inunda mi triste alma.
Cuántas veces, cuántos momentos. Tantas tardes y ninguna mañana. Cuántas lágrimas, y qué pocas caricias ni siquiera dedicadas a lograr mi calma. Quizás un día te olvide, quizás un día me pierda; pero nadie nunca me quitará los momentos en los que deseo pedirte que me quieras.