Silencio.
Estruendo de un violín partido,
roto en la noche. Nadie lo vio venir.
Ausencia de susurros de amor.
Nótalo, nunca pudieron estar ahí.
Sencilla falta de calor,
helados inviernos que no pasó contigo.
Todo el tiempo perdido.
No sé qué estuviste haciendo en ese abismo.
Blanco, como armiño…
…manchado de barro, perdido.
Miradas no entrecruzadas.
Sus ojos observan el suelo.
Espacio que ocupa el vacío.
Polvo que marca aquello perdido.
Conversaciones eludidas, evitadas.
No pretendas hablar de lo prohibido.
Acaba sobrando el frío.
La arena, junto a la puerta, helada.
Simplemente es un mal trago.
Es algo que sufrir tranquilo.
Silencio, querido amigo,
porque esto no ha acabado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario