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Hola, queridos lectores. Soy Marina, me gusta escribir y soy una persona, ante todo. Podéis encontrar parte de lo que escribo en este blog, además de otras muchas cosas como manualidades o curiosidades que siempre gusta saber. Espero que os guste. Si es así, dejad un comentario para que pueda saberlo. Si no, pues también.

lunes, 14 de febrero de 2011

El Lazo Rojo, Cuento de San Valentín

Hace muy poquito que he escrito esto, de hecho acabo de hacerlo. Espero que resulte bonito, he intentado no escribir nada trágico esta vez. Feliz San Valentín.

Hubo una vez, en algún lugar y algún tiempo, una pareja de enamorados. Antes de su aniversario de bodas, la mujer le pidió a su pareja que le regalara algo bonito, único y que simbolizara su relación. El hombre pensó en todo, pero nada le parecía lo suficientemente bueno. Poco tiempo antes de la celebración, consiguió encontrar el regalo perfecto. El día tan esperado llegó, y la mujer, emocionada, esperó a recibir su regalo. Cuando su marido le entregó un lazo de seda rojo, se sintió burlada y decepcionada y huyó lejos del hombre que la amaba.

Pensó muchísimo en el regalo que le había hecho su marido. Realmente pensaba que era una broma, ya que un lazo poco tenía de especial o valioso. ¿Para qué quería ella un lazo? Poco tiempo después, aún distanciada de su marido, comprendió y regresó a su lado, llorando y pidiéndole disculpas por su rechazo.

El lazo, tan simple como era, simbolizaba su relación de amor, pasión y entrega, y era algo único. El regalo de su marido era su amor, algo que sólo ella recibiría. El hombre, complacido por el comportamiento de su mujer, decidió no recordar lo ocurrido y ató su muñeca con la de su mujer mediante el lazo de seda, quedando unidas sus almas para toda la eternidad.

El lazo rojo, además del significado expuesto en el cuento, también simboliza la unión del destino según la cultura japonesa. La tradición cuenta que todas las personas están unidas mediante lazos rojos a la persona a la que amarán durante toda su vida.

El Lago, la Luna y la Lágrima - Katanagatari

Katanagatari es un anime muy reciente, basado en la novela de Nisio Isin. Si queréis verlo, tiene doce capítulos de unos 45 minutos cada uno. Pero ojo, si pretendéis verlo no leáis este one-shot (fanfic de un solo capítulo), porque tiene spoilers del final. Por si no lo sabéis y os lo estáis preguntando, un fanfic o fanfiction es una historia basada en otra historia ya existente, respetando siempre los derechos del autor original. Puede transcurrir durante la historia, de forma paralela o en un UA (universo alternativo). Ahora sí, podéis leer. Creo que se puede entender aunque no hayas visto la serie.

Shichika esperaba, como desde hacía ya varios años, cerca del lago que descubrió en aquel tiempo en el que dibujaba el mapa, aquel que ella quería confeccionar. Miraba al infinito, y los colores anaranjados del atardecer le regalaban una vista maravillosa que él se empeñaba en despreciar. Los pájaros observaban su alta y estilizada figura, esperando algún movimiento de su parte. ¿Es que no pensaba moverse? Ya llevaba varias horas de pie, completamente inmóvil.
El sol se escondía tras las imponentes montañas recortadas en el horizonte, dejando por fin que la oscuridad se apropiara de los árboles, cuyas hojas rogaban por un poco más de luz. Shichika alzó la cabeza, y sus ojos grises miraron al cielo. Las estrellas empezaban a dejarse ver, perezosas, en medio del oscuro y profundo firmamento. ¿Por qué pasar tanto rato esperando por algo tan común como lo son las estrellas? ¿Por qué presentarse otra vez, mes tras mes, para presenciar algo que había presenciado siempre? En ese momento, el joven vio algo que realmente le interesó, y dejó de lado todo aquello que le rodeaba para contemplarlo.
Sin apartar la vista del cielo, avanzó lentamente hasta que sus pies se hubieron hundido en el lodo, entrando en el lago. Cogió algo que llevaba atado en su cinturón por inercia, como de costumbre. Las pocas nubes que quedaban se apartaron.
Ya era hora.
Una ligera sonrisa se dejó entrever en el rostro del moreno, que bajó en ese instante su vista hasta la superficie del lago. Allí, sobre el agua calma, descansaba el reflejo de la luna llena, tan plateada y bella como recordaba. Alzó su mano hasta la altura de sus ojos para comparar el color del objeto que sostenía con el del astro.
Los mechones blancos eran tan parecidos a la luna... Casi parecía que Togame saldría del agua en cualquier momento.
Un susurro cortó el silencio.
-Togame...
Una única lágrima cayó, fundiéndose con el agua que le cubría, y por un instante su mirada volvió a ser la misma de antes. Su sonrisa se mantuvo fija en su rostro aunque llorara.

viernes, 11 de febrero de 2011

Frases profundas y tonterías mías 2

¡La segunda parte! A ver si puedo mantener el ritmo y sigo subiendo algo cada día.

-Aquel que ama merece el cielo; quien no lo hace, el infierno. Para aquellos que se aman está reservado el mundo entero. (Esta no es mía, pero no recuerdo dónde la leí).

-Puedes hacer felices a muchas personas y no llegar a ser feliz.

-¿Por qué encontrar media naranja si puedes encontrar medio limón?

-¡Qué profundos son los ojos a veces, y qué fríos otras!

-Si quisiera llorar lo haría, no hace falta que me obligues.

-Ser un verdadero esclavo no significa no poder huir, sino no querer hacerlo.

-Una mala persona es alguien que deja que le ayuden y nunca ayuda a cambio.

-Me gustaría saber cuál es el regalo perfecto para la persona a la que amo.

-Pedir algo por favor es motivo de orgullo, pues hoy en día ya nadie lo hace.

-Necesito a alguien con quien compartir silencio...

-No soy blanca ni negra, soy gris.

-Querer es bonito. Amar, algo impresionante.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Como el Aire

Iba a pasar las Navidades sola en Londres. Nadie se encontraba a mi lado, a excepción de él. Era el único que me comprendía, por eso decidí ayudarle. Ahora, no me arrepiento de nada.

Le encontré bajo un banco cuando volvía a casa. Se encontraba en una caja de cartón y estaba muy sucio. No pude dejarle solo. No tras saber cómo me sentía al estar en soledad. Lo adopté en secreto, ya que en la finca en la que me hospedaba no tenía permitido tener mascotas. Cuando lo lavé, me llevé una sorpresa enorme. Mi nuevo amigo era blanco. Un hermoso gato blanco. Comparado con mi oscuro iris, parecíamos seres completamente diferentes, pero en realidad éramos muy parecidos.

Viví con él durante mucho tiempo. Un mes, dos meses… El tiempo pasaba volando y él seguía a mi lado, sin pedir nada a cambio. Aunque por lo que cuento parezca que nadie quiere estar conmigo, es al contrario: Soy yo la que se aleja de los demás. La simple razón es que, tras llegar a Londres, decidí no hacer amistades que dificultaran mi partida. Con él era diferente, su hogar era el mío propio.

Toda la felicidad desapareció cuando enfermó. Al principio no comía, después dormía demasiado. El veterinario me dijo que era una enfermedad muy grave que únicamente afectaba  a los gatos si no habían sido vacunados con anterioridad. Seguramente, al haber sido abandonado, nadie se había encargado de proporcionarle las vacunas necesarias para su salud. Empeoró según pasaba el tiempo, y llegó le momento en el que ni siquiera podía mantenerse en pie. Decidí que, ya que la enfermedad no tenía cura y no merecía sufrir, lo mejor sería sacrificarlo. El veterinario me aseguró que no sentiría ningún dolor. Espero que así fuera.

Aunque parezca cruel, no tenía otra opción. Él había permanecido a mi lado hasta el último momento. No deseaba que sufriera, pero tampoco que muriera. Intenté no ser egoísta y pensé en él. Sólo por un momento, os pido que toméis mi lugar en esa situación. Vosotros también habríais actuado como yo.

Las Navidades llegaron y yo seguía en Londres. Sí, estaba en Londres, pero no estaba sola. Él me acompañó en ese día. Lo sé, y aunque sólo tenga mi intuición como prueba, estoy completamente segura de mis palabras. Si me preguntarais el por qué, te contestaría con otra pregunta: ¿Puedes ver el aire? Aunque no lo veas, sabes que está ahí porque sin él todo sería diferente. Ahí tienes mi respuesta: sé que estaba ahí porque si hubiera estado sola no hubiera sentido la tranquilidad de su compañía, que desde que dejé la clínica veterinaria puedo sentir con total claridad. Justo como si de aire se tratara.
                                                             Marina, 12/03/2009

Promesas, relato corto de Halloween

Sonreí mientras me acercaba animada a casa de Alex; pasaría la noche de Halloween con él. Ya tenía la película de miedo, mi disfraz y los aperitivos, así que llamé al timbre y esperé a que abriera la puerta. Mientras tanto, observé los alrededores: el pueblo en el que vivíamos estaba desierto, pero era muy agradable pasear por sus calles tranquilas y blancas.

Alex abrió la puerta y me sonrió.

-Pasa, te estaba esperando –dijo, apartándose para dejarme paso.

Al entrar en la casa me abrazó y nos besamos. Hacía ya un par de meses que salíamos juntos.

-Me he esforzado mucho en la decoración –reconoció, al separarnos. Miré a mi alrededor. –Espero que te guste.

-¡Por supuesto! Telarañas, sábanas negras sobre los muebles... todo es muy tétrico. –Avancé hacia la cocina, donde vi un charco de sangre falsa y un rastro hacia un armario del comedor, del que salía una mano pálida y rígida. –De verdad te has esforzado, ¿eh?

Caminamos hasta el sofá, y mientras me sentaba, él preparó todo para ver la película. Una vez hubo empezado, nos acercamos cada vez más, hasta que terminamos abrazados en uno al otro. Cuando la película acabó, nos miramos y me levanté.

-¿Ya te vas? –me preguntó él, sorprendido.

-Sí. Te lo dije ayer, no me puedo quedar esta noche. Me están esperando en casa.

Recogí mi bolso y saqué la película del reproductor. Cuando me giré, Alex no estaba en el comedor. Me acerqué hasta la cocina, pero tampoco lo encontré allí.

-¿Alex? –llamé, confusa.

Cuando me acercaba al recibidor pisé el charco de sangre. Noté entonces algo extraño en él: parecía más espeso en algunas zonas, como si estuviera coagulado. Me agaché y lo toqué ligeramente con las yemas de mis dedos, para después olerlo.

Mi expresión de congeló en ese momento. Olía a óxido, y no parecía sangre falsa en lo absoluto.

Retrocedí asustada hasta que noté que chocaba contra algo. Me giré lentamente, no queriendo saber qué esperaba tras de mí, y vi una figura oscura de pies a cabeza. Todo su cuerpo era del color más negro que pudiera imaginar. Todo, excepto esa sonrisa.

Se quedó grabada en mi alma desde ese mismo momento. Algo hace que todavía me retuerza al recordarla, como si fuera la maldad misma.

-No me dejes solo –dijo, con una voz que no era de éste mundo.
Corrí desesperada hacia el recibidor e intenté abrir la puerta, pero no pude. Miré a mis espaldas para ver dónde se encontraba ese ser, pero había desaparecido.

Por un momento pensé que me lo había imaginado.

-¿Te irás? –susurró en mi oído.

Grité aterrorizada y corrí en dirección al comedor, pero tropecé y caí al suelo. Algo frío tocaba mi pierna, y al mirar vi la mano que salía del armario. Al tropezar había abierto un poco la puerta, y pude ver el rostro de Alex congelado en una expresión aterrorizada, mirándome con sus ojos vacíos y desenfocados.

No sabía cuándo había empezado a llorar, pero tenía las mejillas empapadas por mis lágrimas. Al ver a Alex no me importó nada más: ni la criatura que me perseguía, ni el hecho de encontrarme encerrada en la casa con ella.

Olvidé todo aquello que me rodeaba y avancé a rastras hasta la puerta del armario, sacando de allí el cuerpo entumecido de mi novio. Me abracé a él y me prometí no soltarlo, sin ser capaz de aceptar su muerte.

Levanté la mirada para saber si la sombra seguía ahí. Otra vez encontré el lugar vacío, pero ya no me preocupé por ello.

Sentí unos brazos envolverme desde atrás, pero no me inmuté.

-No me olvides –murmuró para mí.

Giré mi cabeza para observarle, sorprendida por reconocer su voz, y en lugar del monstruo que había visto anteriormente encontré a Alex, que me miraba con una sonrisa triste dibujada en la cara. Después, desapareció sin más ante mis ojos.

Me quedé allí, abrazada al cuerpo de aquel al que amaba, durante horas. Cuando llegó su familia llamó a la policía y me apartaron de él.

Ahora sé que aquel que le mató no fue esa sombra, sino un hombre normal y corriente, horas antes de que yo llegara.

Fuera lo que fuera aquello que pasó ese día, no quiero saberlo. Aquello a lo que me he aferrado ha sido a la promesa muda de que nunca olvidaría a mi querido Alex.

Marina, 31/10/10

martes, 8 de febrero de 2011

Frases profundas y tonterías mías 1

Primero que nada, por inútiles que parezcan algunas todas tienen su significado. Piensa un poco en ellas y lo encontrarás. Todas son mías, excepto algunas que especificaré.

-El amor es como un árbol, y las hojas son las personas que esperan, incautas, a ser correspondidas. Como todo ser vivo, se marchita y muere; al caer las hojas, ya amarillas, una esperanza se pierde.

-Las sonrisas pueden ser falsas y a menudo maliciosas, pero sólo las verdaderas te harán sonreír.

-Mi objetivo es vivir, no sobrevivir. Si lo consigo seré definitivamente afortunada.

-Para llorar hay que ser fuerte, y para no hacerlo hay que ser tonto.

-Leer es huir del mundo; escribir, librarse de él. Pintar, aceptarlo tal y como es. Para cambiarlo, sólo hay que vivir.

-La imaginación puede ser buena y mala. Si no la utilizamos, simplemente no sabremos qué hará.

-Entender los sueños abre las puertas a un nuevo mundo en el que podemos soñar sin miedo a perdernos.

-Huir es de cobardes, retirarse a tiempo es de listos.

Bienvenidos

¡Hola, querido lector! Estoy encantada de recibirte aquí, en mi pequeño santuario de escritura. Puedes encontrar de todo entre mis publicaciones, pero generalmente serán escritos míos (historias, minicuentos, frases y otras monerías).

Antes de empezar a leer me gustaría pedir que, por favor, no copiéis ningún contenido, pues todo lo he escrito yo y tengo derecho sobre mi producción. Espero no tener problemas de ése tipo.

Hace poco, creé un blog y no sé cómo, perdí mi contraseña. Como no llegué a subir mucho contenido, lo resubiré y empezaré de nuevo aquí. La dirección es ésta, por si queréis pasar:

http://www.dreams-and-lives.blogspot.com/

Muchas gracias por dedicar un poco de vuestro tiempo a leerme.

Marina